martes, 11 de mayo de 2010

UN PARÉNTESIS DISYUNTIVO

(Todo lo que viene ahora está inspirado en un verso deJosé Ortega Cano: «Estamos tan a gustito.» A partir de ahíquiero decir que tuve una seria discusión con el espejo el díaque quedamos para empezar a hablar. La discusión era:¿debo o no debo tener una guitarra a mano? Lo que a mí mepedía el cuerpo era que sí. Por ejemplo, para tocarla ahora.Pero la cabeza me decía que no. ¿Que por qué? Pues porquela cabeza decía: si coges la guitarra y estás feliz —como estoyahora mismo, echándola tantísimo de menos—, te pones atocar y... Mira. Te has fumado un canuto y te has bebido treswhiskis y estás disfrutando de la gardenia de la amistad,perdonen la mariconada, entonces coges la guitarra, se teocurren cuatro versos estupendos, inicias una canción y ellibro se va a la mierda. Porque entonces me acuesto y melevanto con la canción, y mañana te llamo a las once de lamañana no para decirte que hablemos sino para cantártelacomo un mariachí Así que creo que hago muy bien noteniéndola a mano. Lo cual no incluye lo siguiente: ¡me muerode ganas por coger ahora mismo una guitarra, mandar el libroa la puta mierda y hacer una canción! Y ahora, si te parece,sigamos...)

No hay comentarios: